Después de largos 15 días de vacaciones por fin estoy de regreso en el trabajo mas cansado de lo que me fuí. Carajo, pensé que nunca se terminarían.
En un inicio abrigaba grandes esperanzas, pero al llegar al pueblo me encontré un ambiente de lo mas hostil (hasta jodazos me tocaron -ouch-).
El tiempo pasó leeeeento extrañando los brazos de mi amada, sus caricias y sus besos. Me consolaba con los momentos en los cuales escuchaba su voz por el teléfono.
Sin embargo los objetivos planteados fueron logrados, pasar la mayor cantidad de tiempo de calidad con mi hijita (gratísimos momentos, por cierto, en los cuales sus bracitos me rodeaban mientras reíamos juntos), ver a mi mamá y saber que esta bien y darle una vuelta al pescado para serciorarme de que no haga tarugadas (jejeje).
Pero en fin, creo que el balance es bueno despues de todo, los que de verdad me querían me siguen queriendo y eso es lo que importa. Y los que no, pos que se vayan al carajo
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